¿Qué hago si no puedo pagar una residencia de ancianos?

por | Actualizado el Sep 17, 2025 | 0 Comentarios

Cuando se llega a una edad avanzada, muchos familiares se enfrentan a la difícil decisión de cómo financiar el cuidado de sus seres queridos en una residencia de ancianos. Con el coste de los servicios de atención especializada, no es raro que muchas personas se encuentren en la situación de no poder pagar los gastos de una plaza en una residencia, especialmente si ya se han jubilado y dependen de pensiones limitadas.

Según diversos estudios, una gran parte de los hogares españoles con personas mayores se enfrenta a la dificultad de cubrir este tipo de gastos. No solamente hay que tener en cuenta lo que supone pagar una gran cantidad de dinero mensual, sino que, según datos del INE, algo más del 30% de las personas mayores de 64 años se encontraba en situación de dependencia en 2024. Además, casi el 80% de los cuidados de salud suelen llevarse a cabo en el domicilio debido a la barrera económica y la responsabilidad recae normalmente sobre las mujeres de la familia.

Sin embargo, existen otro tipo de soluciones a este problema, desde ayudas públicas hasta alternativas como la venta de la vivienda o productos financieros como la hipoteca inversa. En este artículo, vamos a explorar las diferentes opciones que pueden ayudarte a financiar la residencia de ancianos y garantizar el bienestar de los mayores.

Recurrir a ayudas públicas para pagar una residencia de ancianos

En España, los gobiernos autonómicos y locales cuentan con varios mecanismos de apoyo para las personas mayores que necesitan atención especializada. El sistema público de ayudas está regido en gran medida por la Ley de Dependencia, que ofrece una variedad de prestaciones económicas y servicios para aquellos que no pueden valerse por sí mismos.

  • Ley de Dependencia

La Ley de Dependencia establece que las personas que tengan un grado de dependencia reconocido pueden acceder a diferentes tipos de ayudas para financiar su cuidado. Este grado se determina a través de una valoración realizada por los Servicios Sociales, donde se evalúa la capacidad de la persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Para acceder a estas ayudas, es necesario solicitar la valoración de dependencia. En este proceso, se tiene en cuenta el nivel de autonomía de la persona y se asigna un grado de dependencia, que va desde el grado I (dependencia moderada) hasta el grado III (dependencia severa).

A partir de este grado, se puede optar a prestaciones económicas que pueden ayudar a financiar parte de los gastos de la residencia de ancianos. Es importante tener en cuenta que el Plazo medio de tramitación de esta valoración es largo, y los tiempos de espera pueden variar dependiendo de la comunidad autónoma.

  • El PEVS y otras ayudas

Dentro del marco de la Ley de Dependencia, también se encuentra el PEVS (Programa de Evaluación y Valoración de la Situación), que sirve para evaluar el tipo de ayudas económicas que se pueden recibir. Además, existen ayudas como el cheque de atención o subsidios directos que pueden ser utilizados para cubrir los gastos de una residencia de ancianos. Sin embargo, el monto de estas ayudas varía significativamente dependiendo del nivel de dependencia y la comunidad autónoma en la que se resida.

Recurrir al apoyo familiar

Como mencionábamos al comienzo del artículo, la mayoría de los españoles no cuenta con la posibilidad de pagar cuidadores profesionales ni mucho menos pagar una residencia. Aunque muchas veces suponga un sacrificio, la salud de los mayores siempre es una prioridad y normalmente no hay nadie mejor a quien acudir que la familia directa.

El apoyo familiar sigue siendo una de las alternativas más comunes cuando una persona no puede afrontar el coste de una residencia de ancianos. A menudo, los hijos o familiares cercanos se hacen cargo de los gastos o contribuyen con una parte de los mismos.

El apoyo económico de la familia puede ser a través de aportaciones mensuales o la posibilidad de realizar préstamos familiares para cubrir el coste de la plaza. Aunque este tipo de soluciones puede ser efectiva a corto plazo, es importante que los involucrados tengan en cuenta las implicaciones a largo plazo. Además, el coste mensual de una residencia de ancianos puede ser elevado, lo que puede generar tensiones familiares si no se organiza correctamente.

Una opción a largo plazo bastante común es poner la casa familiar en alquiler y recolocar a las personas mayores en otro alquiler más adecuado a sus necesidades, más reducido y más barato. Esto permite un dinero extra (la diferencia del viejo alquiler al nuevo) que en muchos casos se puede destinar a cuidados de salud.

Venta de la vivienda

Por supuesto, una de las operaciones más comunes entre quienes no pueden pagar los gastos de una residencia de ancianos es vender su vivienda al completo. En este caso, la persona cede la propiedad y, a cambio, obtiene los ingresos necesarios para pagar la plaza de la residencia.

La venta de la vivienda es una de las soluciones más drásticas, pero efectiva en algunos casos. El proceso implica vender el inmueble y, por lo tanto, renunciar a la propiedad. Esta opción es adecuada para quienes no tienen herederos o no desean dejar un patrimonio a sus descendientes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, al vender la vivienda, la persona pierde su hogar, lo cual puede conllevar una gran carga emocional y afectar de forma indirecta en la salud emocional.

Hay quienes también valoran la posibilidad del alquiler, pero esta alternativa no genera unos ingresos tan rápidos y cuantiosos como la venta directa y tampoco permite vivir en el hogar al propietario en la mayoría de los casos. Existen diferentes tipos de alquiler, pero si lo que se desea es liquidez inmediata, la venta íntegra de la vivienda es lo más fácil.

Otras soluciones financieras para poder pagar una residencia de ancianos

Además de las ayudas públicas, el apoyo familiar y la venta o el alquiler de la propiedad, existen otros mecanismos financieros que pueden ser de gran ayuda para cubrir los gastos de una residencia de ancianos. Se trata de productos alternativos más modernos y menos convencionales que han sido concebidos para este tipo de situaciones particulares. Este tipo de soluciones permiten a las personas mayores obtener ingresos a partir de sus propiedades sin necesidad de venderlas completamente. A continuación, exploramos los más populares en España:

Venta de la nuda propiedad

Una de las soluciones más interesantes es la venta de la nuda propiedad. Este producto financiero permite a la persona vender su vivienda o propiedad, pero seguir viviendo en ella durante el resto de su vida. De esta forma, se puede obtener una suma de dinero importante que se puede utilizar para pagar la residencia de ancianos, sin perder el derecho a vivir en el hogar.

En Aun Más Vida, somos expertos en venta de la nuda propiedad, y ayudamos a las personas mayores a obtener los recursos necesarios para afrontar los gastos de su atención sin renunciar a su hogar. Este tipo de transacción es especialmente útil cuando la persona desea seguir viviendo en su casa, pero necesita dinero para cubrir otros gastos.

Renta vitalicia inmobiliaria

La renta vitalicia inmobiliaria es otra opción financiera en la que el propietario de una vivienda cede la propiedad a cambio de un pago mensual durante el resto de su vida. Es una solución similar a la hipoteca inversa, que veremos más adelante, pero en este caso el propietario cede la propiedad a cambio de una renta mensual estable.

Desde Aun Más Vida te podemos ayudar a obtener una renta vitalicia inmobiliaria, lo que te permitirá vivir con la tranquilidad de recibir ingresos regulares sin necesidad de vender tu vivienda. Este tipo de producto es ideal para quienes necesitan un flujo de dinero constante para cubrir los gastos de la residencia de ancianos.

Hipoteca inversa

La hipoteca inversa permite a las personas mayores obtener dinero a partir del valor de su propiedad, sin necesidad de venderla. En este caso, se concede un préstamo cuyo importe va siendo devuelto al banco mediante la venta de la propiedad al final del contrato. Es una opción interesante para quienes desean seguir viviendo en su casa mientras reciben una cantidad mensual para cubrir los gastos de atención en la residencia de ancianos.

Este tipo de productos son muy interesantes, no solo para las personas mayores, sino para la familia en sí. Esto se debe a que permiten financiar la atención en una residencia de ancianos u ofrecen la posibilidad de recibir cuidados de salud mientras el cliente sigue disfrutando de su hogar. En resumidas cuentas, son soluciones que se adaptan a las necesidades de sus usuarios.

Finalmente, nos gustaría compartir algunos consejos prácticos. Te dejamos algunas medidas que puedes tomar para reducir los gastos asociados a la residencia de ancianos:

  • Investiga varias opciones: Compara precios y servicios de distintas residencias antes de tomar una decisión.
  • Considera opciones públicas: En algunas regiones existen residencias de mayores gestionadas por entidades públicas, que pueden ser más económicas que las privadas.
  • Opta por residencias con servicios básicos: En lugar de elegir una residencia con servicios extras que aumenten el coste, selecciona aquellas que ofrezcan únicamente atención básica.
  • Solicita ayudas y subvenciones: Infórmate sobre las ayudas públicas disponibles en tu comunidad autónoma.

En conclusión, existen varias alternativas para aquellas personas que no pueden pagar los gastos de una residencia de ancianos. Desde ayudas públicas hasta soluciones financieras como la venta de la nuda propiedad, la renta vitalicia inmobiliaria o la hipoteca inversa, cada opción tiene sus pros y contras, y lo ideal es encontrar la que mejor se adapte a las necesidades de cada persona y familia.

Este artículo está diseñado para proporcionarte una visión general de las diferentes soluciones disponibles y facilitarte la toma de decisiones en momentos tan complejos como estos. Si necesitas más información o asesoramiento personalizado, no dudes en contactar con Aun Más Vida, donde te ayudamos a explorar opciones como la venta de la nuda propiedad, hipoteca inversa, el alquiler y más.

Julián Franco Mena

Julián Franco Mena

Analista Financiero especialista en Inversiones

Julián Franco Mena es un analista financiero experto en inversiones inmobiliarias con más de 10 de experiencia.

Es socio fundador de Más Vida, y el responsable del equipo comercial y de la relación con inversores.

Anteriormente ha trabajado para el sector financiero y es un apasionado del sector inmobiliario.

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