Este mes de febrero han subido las pensiones contributivas un 8,5% respecto al año anterior. Esto quiere decir que si la pensión media en nuestro país era de 1.255 euros al mes, ahora se sitúan en 1.361 euros, una cantidad que para muchos pensionistas sigue siendo insuficiente para mantener un nivel de vida digno.
Y además, hay que tener en cuenta que no es lo mismo tener esa pensión viviendo en Madrid que viviendo en otras zonas de España en las que el coste de la vida es mucho menor: la vivienda, la alimentación, el gasto en transportes, etc.
Y también existe una brecha autonómica de las pensiones que es ya de 536 euros al mes de diferencia entre la autonomía en la que los jubilados reciben las mayores pagas (País Vasco) y el territorio donde reciben las menores (Extremadura).
En definitiva con esta subida el gasto total en pensiones para el Estado ha sido este mes de casi 12.000 millones de euros, un 10,8% más que en febrero de 2022. Las pensiones de jubilación son las que representan un gasto mayor (el 72% del coste total), seguidas de las de viudedad (16%) y de las de incapacidad permanente (casi un 9%).
Las pensiones y el envejecimiento de la población
Este incremento en el coste de las pensiones sumado al progresivo envejecimiento de la población y las largas carreras de cotización hacen que las administraciones públicas teman que el impacto progresivo de esta partida presupuestaria incremente mucho los costes para las arcas de la Seguridad Social.
Y para terminar de agravar el tema, a partir de este año comienza el proceso de jubilación de la generación del llamado baby boom, los hijos de la explosión demográfica de la posguerra que nacieron en la época de Franco, crecieron con la televisión y vivieron la incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
Se considera que los “baby boomers” son los nacidos entre 1957 y 1977 y representan un colectivo de unos 7,7 millones de trabajadores y estuvieron en el ojo de la polémica cuando el Ministro de Trabajo afirmó hace unos meses que los miembros de esta generación tendrían “que trabajar algo más” para tener derecho a su pensión.
Estas palabras provocaron inquietud. El Ministro señaló también que el mecanismo de equidad intergeneracional, que sustituirá al Factor de Sostenibilidad, será “coyuntural”, arrancará en 2027 y “se mantendrá el tiempo en el que el sistema necesite un refuerzo” por el retiro de los baby boomers.
A todo esto se suma el incremento de la esperanza de vida mundial: en el año 1950 era de 46,5 años y en 2022 era de 77,3. Y estas cifras son mucho más altas en Europa (80,1 años) o en España (83,3) años. Esto supondrá un importante incremento en al gasto social, que en nuestro país representa ya el 28,1% del PIB.
Soluciones financieras ante esta situación
Ante esta situación y ante la falta de recursos para mantener unos aceptables niveles de vida los ciudadanos están comenzando a incrementar las fórmulas para obtener liquidez de su patrimonio inmobiliario. Según los datos del Consejo General del Notariado las hipotecas inversas se han multiplicado por tres en los últimos años, si bien todavía representan cifras muy bajas comparadas con el número de operaciones de este tipo que se realizan en otros países de Europa.
También están experimentando un gran crecimiento las operaciones de nuda propiedad. Al contrario que con las hipotecas inversas, en este tipo de compraventas los vendedores ceden la titularidad de su inmueble, pero pueden seguir viviendo en su hogar hasta el fallecimiento.
El 89% de los mayores de 65 años en España tienen una vivienda en propiedad. ¿por qué no obtener liquidez de ese patrimonio generado durante toda una vida de trabajo y tener una jubilación más desahogada?
Es importante saber que tanto si se opta por la venta de la nuda propiedad como por contratar una hipoteca inversa, estas operaciones están plenamente reguladas por las autoridades monetarias para garantizar que se salvaguarden los intereses de quienes las realicen.
Así pues, por mucho que todos los pensionistas hayan agradecido la subida del 8,5% de sus emolumentos, es evidente que los 1.360 euros de media son insuficientes para tener una jubilación sin apreturas económicas. ¿Y no es justo que quienes han estado cotizando y creando un pequeño patrimonio inmobiliario durante toda su vida de trabajo tengan ahora una vida mejor?
Es el momento de analizar alternativas y buscar soluciones para tener una mejor calidad de vida sin dejar de disfrutar del propio hogar.
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