Ayudar hoy en día está al alcance de un clic. Existen multitud de iniciativas, proyectos o programas en los que se puede participar telemáticamente, todavía más después de habernos visto forzados a ello tras sobrepasar la COVID-19. Las aplicaciones móviles, por ejemplo, permiten una mayor interacción entre empresas y usuarios y en Mas Vida pretendemos encontrar colaboradores que complementen nuestros servicios de cara a crear una sociedad actualizada y mejorada.
Con vistas a ello, queremos dar a conocer I leave: un equipo de profesionales que se dedica a cubrir todas las necesidades de las familias que acaban de sufrir una pérdida.
Atravesar un momento así no es fácil para nadie, pero es imprescindible conocer bien el proceso de antemano para no dejar ningún cabo suelto. Por eso, para evitar sorpresas desagradables que puedan dificultar todavía más este tipo de situaciones, es recomendable contar con un testamento social.
A pesar de ser un tema algo tabú en nuestra sociedad, la muerte es una parte ineludible de la vida y en muchas ocasiones nos enfrentamos a ella sin saber muy bien qué hacer.
Precisamente, debido esa tendencia a mirar hacia otra parte, es normal que surjan multitud de preguntas en momentos clave cuyas respuestas acaban siendo improvisadas por los familiares del fallecido.
Teniendo esto en cuenta, desde Mas Vida hablaremos sobre este tipo de problemas y las soluciones que plantea nuestro colaborador I leave.
¿Qué es el testamento social y quién conforma I Leave?
Para hablar de I leave es imprescindible mencionar este particular concepto: el “testamento social”. Como se detalla en su propia página web, la primera palabra proviene del latín, de “testario mentis”, que significa testimonio de la voluntad y la segunda hace referencia a lo perteneciente o relativo de la sociedad. Esto quiere decir que el “testamento social” se trata de un testimonio de la voluntad de un individuo en relación a la sociedad.
Al comienzo de este artículo comentábamos que las redes sociales y las nuevas tecnologías juegan un papel crucial en la sociedad actual. Con el “testamento social”, I leave nos brinda una herramienta para poder redactar nuestro propio legado y planificar nuestro funeral con la antelación necesaria.
En cuanto al equipo, I leave está compuesto por profesionales comprometidos con unas ideas muy claras sobre qué es lo que necesita la sociedad y con propuestas muy interesantes sobre cómo solventar algunos de sus problemas. Han trabajado anteriormente con Offing Web Solutions, empresa diseñadora y desarrolladora de aplicaciones y portales web, por lo que no es de extrañar que propongan soluciones digitales.
Decidieron abordar un tema delicado debido a su naturaleza, pero lo cierto es que hoy en día es muy habitual que fallezcan personas sin haber dejado un testamento claro provocando disputas y obligando a tomar decisiones complejas a los que quedan. Gracias a la herramienta que ofrece I leave se pueden poner en lista tanto familiares como amigos y se les puede dedicar un escrito personalizado, individualmente o en grupo.
Mediante la app se notificará a todas las personas listadas y gracias al testamento social se podrán crear peticiones o deseos de cara a tener un funeral cómo le gustaría al fallecido. I leave puede responder a todo tipo de preguntas que surgen a los familiares de cara al funeral. Es normal no saber si la persona fallecida prefería incineración, nicho o sepultura, dónde dejar las cenizas, si prefiere piedad, música, misa, esquela o incluso qué ropa vestir para su último adiós.
Una gran diferencia que hay entre el testamento social y el convencional, es que el formato digital permite incluir documentos como imágenes y es inmediato, no sale a la luz después de la pérdida, sino que se puede consultar de forma activa.
La figura del confidente abre la posibilidad de que se envíen los datos del funeral junto con las dedicatorias personalizadas o grupales. Esta persona, además, procurará que se cumpla la última voluntad del fallecido lo más prontamente posible. A fin de cuentas, el testamento social nos permite dejar el recuerdo que realmente queremos que tengan nuestros seres queridos, una huella imborrable de lo que ha significado nuestra vida.
Cómo obtener I leave
La aplicación es descargable en cualquier teléfono actual y dispone de una versión gratuita y otra premium. El confidente deberá aceptar expresamente su rol y se ocupará de activar el protocolo tras la defunción y se le notificará mediante la propia app o correo electrónico.
- I Leave versión gratuita:
Todo el mundo puede acceder a su testamento social añadiendo manualmente a sus contactos. En este caso se pueden nombrar hasta 13 personas mediante el nombre y un correo electrónico. Se les notificará vía email que han sido añadidos en el testamento social de la persona fallecida y recibirán un mensaje que puede ser personalizable.
- I Leave Premium:
El coste de la versión premium se realiza mediante un pago único y es de 29,99 €. Las principales diferencias con la versión gratuita son que se pueden importar los contactos directamente desde el móvil y notificar a las personas listadas directamente mediante un SMS y se pueden incluir hasta 100 personas con dedicatorias personalizadas o grupales.
¿Por qué es necesario hacer el testamento?
Si no atamos cabos sueltos antes de fallecer suelen surgir diversos problemas. En el testamento por defecto se acostumbra a nombrar como herederos al cónyuge o a los hijos, pero hacerlo mediante una fórmula tan simple puede generar situaciones desagradables.
Habitualmente se efectúan dos transmisiones de propiedad. La primera la obtiene el cónyuge viudo y la siguiente se hace hacia los hijos, con los costes que ello genera.
También hay que tener en cuenta que en muchos casos se trata de un matrimonio de una edad avanzada, por lo que es fácil que se den dos herencias en un corto espacio de tiempo duplicando gastos como notarías, abogados, registros etc. En este caso, incluso se acaban pagando impuestos las dos veces.
Por eso, es muy conveniente nombrar herederos directamente a los hijos, estableciendo mecanismos de protección hacia el cónyuge.
Otro caso común es que no se tenga en cuenta la legítima. La legítima es la parte que tiene que ir obligatoriamente hacia una serie de personas, habitualmente los hijos.
Si un testamento convencional establece como heredero universal a su esposo/a, se le está dejando todo al cónyuge, abriendo la posibilidad de que los hijos puedan reclamar su cantidad.
Quiera o no la persona que hace el testamento, la legítima será siempre para unos herederos concretos que se conocen como herederos forzosos. Por otro lado, también es importante tener en cuenta que la legítima es una parte del valor de la herencia y no una parte de los bienes de la herencia.
Una forma de evitar disputas familiares es especificar en el testamento lo que se le da al legitimario en concepto de legítima. Por lo general, la legítima es una cuarta parte de la herencia.
En definitiva, a pesar de tratarse de un tema controversial, es necesario dejar clara nuestra voluntad para evitar dificultar todavía más algo tan duro como es afrontar la pérdida de un ser querido.
Gracias a I Leave se puede hacer de una forma sencilla rápida y cómoda y, sobre todo, el fallecido podrá despedirse de sus familiares y amigos como él quiera.
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