A pesar del COVID-19, la esperanza de vida en España continúa en aumento. Las mujeres que cumplan 65 años en 2022 vivirán de media hasta los 88 años y los hombres, 84 años.
Pero al mismo tiempo, la capacidad adquisitiva de los mayores, con una pensión media de 1.255 €/mes y una inflación galopante, sigue bajando mes a mes.
Ante este escenario, cada vez se está haciendo más necesario encontrar recursos económicos para dar respuesta a las necesidades de salud y financiación de una población empobrecida y longeva.
Existen factores clave que vale la pena fomentar de cara a una sociedad de estas características, como la previsión y el ahorro privados durante la vida activa o el desarrollo de productos y servicios que permitan optimizar este ahorro durante la etapa de la jubilación.
El 80% de los mayores españoles son propietarios
Muchas personas tienen concentrado su ahorro en su propio hogar. Según un estudio de la Fundación Edad y Vida, más del 80% de las personas mayores en España disponen de una vivienda en propiedad.
Dentro de este porcentaje, el 24,1% cuenta con dos viviendas y cerca del 9% posee alguna más. Esto se debe a que vivimos en una sociedad con una arraigada tradición de propiedad en la que ser dueño de un inmueble se equipara con tener un futuro asegurado, tanto para uno mismo como para su descendencia.
Según el mismo estudio, un 30% de los consultados cuentan con planes de pensiones y un 20% tiene dinero invertido en fondos de inversión. Quiere esto decir que los ladrillos siguen siendo el activo patrimonial mayoritario entre los mayores.
Y como medidas alternativas a estas formas de ahorro, el estudio concluye que la hipoteca inversa o la nuda propiedad son las soluciones financieras que se adaptan mejor a las necesidades económicas coyunturales de las personas mayores, ofreciendo soluciones a largo plazo. En ambos tipos de operaciones, el propietario puede seguir viviendo en su casa, en el primer caso como propietario y en el segundo como usufructuario.
Es necesario un mejor conocimiento de este tipo de soluciones
Pero, ¿existe una buena información sobre este tipo de productos para licuar y disfrutar en vida del patrimonio? Según la encuesta de la Fundación Edad y Vida hay un gran desconocimiento sobre estas fórmulas.
Un 53% de las personas encuestadas afirma haber oído hablar de estos productos. Sin embargo, cuando las preguntas son más concretas, solo el 32% demuestra un conocimiento real sobre este tipo de operaciones.
La hipoteca inversa se alza como el producto más conocido. Sin embargo, hay un gran desconocimiento sobre el entorno regulatorio de estos métodos alternativos de licuación de patrimonio. La mayoría de los jubilados encuestados no saben que estos productos están regulados y supervisados por las autoridades financieras para evitar fraudes y estafas.
Aunque en España las cifras de estas operaciones son aún muy bajas, en otros países europeos este tipo de soluciones financieras hace tiempo que están funcionando y ofreciendo resultados que se adaptan mejor a cada situación personal.
Sin embargo, la situación está empezando a cambiar: según un reportaje de La Información, solo en los dos primeros trimestres de 2022 se han firmado las mismas hipotecas inversas que en todo 2021 y en 2019 y casi el doble que en 2020, el año de la pandemia de coronavirus.
Curiosamente, la cuantía de cada una de estas operaciones es muy elevada y de media fue de 430.000 euros en el segundo trimestre del año, una cifra más de tres veces superior que la de la hipoteca media tradicional.
Desde Mas Vida creemos que hoy en día es vital promover la mejora de la información y el asesoramiento en materia de soluciones financieras para poder licuar el patrimonio inmobiliario. Son muchos los mayores que han generado un importante ahorro en ladrillos tras una vida de esfuerzos y llega el momento de disfrutarlo de este patrimonio sin tener que dejar el propio hogar.
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